Animación Sociocultural:
La realidad de la animación sociocultural se impone mediante el campo complejo y diversificado de sus prácticas, de sus instituciones y de sus agentes. La valorización social actual y su expansión reciente, a pesar de una historia antigua que se remonta a los orígenes de la educación popular, la hacen aparecer como una invención de las sociedades modernas y una auxiliar, útil para afrontar este test gigante de resultados inciertos que constituyen la civilización técnica.
¿De qué se trata?
Para los tecnócratas de la cultura, es la criada para todo servicio; para los ediles locales, la ocasión de extender su poder o de perderlo. Resulta la manera de remediar las deficiencias socioculturales, de resolver los problemas de los grandes grupos y de evitar la delincuencia, las desviaciones y otras enfermedades del siglo, para aquellos que son médicos sociales, que se sitúan en una perspectiva ortopédica.
Fundamentos:
La animación es también el conjunto de miles de prácticas culturales, estéticas, deportivas y sociales que se desarrollan en los clubes, las casas de jóvenes, los hogares, centros sociales, los campamentos de vacaciones, el turismo social, las marchas y excursiones al aire libre, naturismo, manualidades, jardinería, conciertos, música pop, discotecas, bailes y reuniones, discusiones, clubes de la tercera edad, clubes de fotografía, cineclubes, actividades lúdicas en grupos pequeños, aficionados al juego de petanca, teatro, circo, espectáculos animados, debates, fiestas populares, clubes de lectura, cafés, ciclismo, judo, música, clubes de motociclismo, etc. Estas actividades se desarrollan con diferentes equipamientos, con la ayuda de animadores voluntarios o profesionales, formados "en la acción" o en centros especializados, animadores que se dirigen con técnicas y normas pedagógicas distintas, a públicos diferenciados.
Funciones
sociales de la animación:
En este tipo de sociedad, consentidora o manipulada, la animación
sociocultural está llamada a desempeñar ciertas funciones sociales evidentes,
que pueden resumirse así:
-Función de adaptación y de
integración que tiende a asegurar la
socialización de los individuos y los prepara para los cambios múltiples
vinculados con la sociedad industrial, en el orden económico y en el cultural.
Así se desarrolló la idea de una política cultural en Francia, desde hace
veinte años, con la integración de equipos socioculturales y de animadores, que
permiten mejorar el ambiente social, evitar las desviaciones, orientar las
energías hacia la participación y favorecer el advenimiento de una sociedad
pluricultural.
-Función de recreación
ligada al ocio ya su organización. La sociedad
industrial no tolera la falta de organización ni el derecho a la, pereza, ni
siquiera en el tiempo libre. Se encarga de la diversión y de la actividad
lúdica de los individuos, generalmente, también aquí, gracias 3a la ayuda de
equipos socioculturales adaptados y de personal especializado {animadores). Los
ocios culturales llegan a ser, asimismo, la ocasión para un desarrollo cultural
e individual real, mediante la práctica de actividades que corresponden a los
intereses culturales de las diferentes categorías.
-Función educativa: escuela paralela, contra- escuela, escuela complementaria, la
animación permite, a veces, completar la formación rudimentaria, profundizar
ciertos intereses culturales. Oscila entre dos modelos culturales, uno ligado a
la cultura de élite, la de los creadores; el otro, que afirma la existencia
posible de una cultura popular verdadera, fundada sobre otros criterios;
modelos en conflicto, como las clases sociales.
-Función correctora: en la medida en que permite reparar ciertas carencias de tipo
educativo o cultural, en la medida en que ayuda a enmascarar ciertos
desequilibrios, prevenir posibles conflictos o limitar las desviaciones, la
animación sociocultural aparece como ejercicio, una acción correctora que
tiende a curar los males de una sociedad atacada por perturbaciones
permanentes, y asegurar así la regulación de la vida social.
-Función crítica: si la animación puede ejercer una función de normalización,
también puede permitir el ejercicio de un espíritu crítico y ser el ámbito de
la investigación de nuevas relaciones entre los individuos y los grupos, la
investigación de un nuevo modo de vida, más cualitativo, menos obsesionado por
el productivismo, la carrera por el dinero, la comodidad, el estancamiento
material y espiritual, y la pasividad. Con sus numerosas instituciones y sus
marcos de referencia pluralistas puede permitir la elaboración de una crítica
social que garantice el ejercicio de la democracia.
Funciones culturales:
El
paso de la educación popular a la animación sociocultural traduce
no solamente un cambio lingüístico importante, sino que revela también una
evolución sociológica fundamental: abandono de la referencia
"popular", utilización de nociones más amplias y más neutras:
animación y sociocultural.
La
cultura misma prorrumpió en manifestaciones diversas, y se hablará, a menudo,
de cultura de elite, cultura de masa, cultura de consumo, cultura
escolar, cultura multiforme, cultura popular, cultura mediatizada,
intercultural, lo que indica las diferentes concepciones y expresiones de la
cultura, y el fin de un unanimismo simplista.
En
este contexto, la animación aparece como un instrumento polivalente, utilizable
para todos los tipos de cultura y para todos los públicos.
En conclusión:
La
Animación Sociocultural es un método de intervención con acciones de práctica social
dirigidas a animar, dar vida, poner en relación a los individuos y a la
sociedad en general, con una adecuada tecnología y mediante la utilización de
instrumentos que potencien el esfuerzo y la participación social y cultural.
Surge como una contribución para el desarrollo integral de la persona dentro de
un medio concreto, que es “la cultura”, ésta se entiende como algo vivo, en
movimiento, no como una simple transmisión de tradiciones, el individuo
participa en la construcción de esa cultura que no le es ajena, desde su propia
creatividad personal.
Fuentes:
§ Archer, D. y S. Cottingham (1997), Manual de base
del método Reflect-action, Action-Aid, El Salvador.
§ Blackburn, J. (2000),
"Understanding Paulo Freire: Reflections on the Origins,
§ CEAAL (Consejo de Educación de Adultos de América
Latina) (1992), Construyendo poder, creando futuro. La educación popular para
una cultura democrática y solidaria en América Latina, Encuentro de educadores
populares latinoamericanos, Colombia, 1992.
§ Documentacion Social. Revista de Estudios Sociales
y de Sociología Aplicada, nº 110, enero-marzo 1998, monográfico:
"Educación y transformación social", Madrid.
Gracias por sus comentarios y visitas compañer@s:
No hay comentarios.:
Publicar un comentario